El edificio se construyó en el siglo XVIII y fue reformado y ampliado en el XIX. Los menores permanecían en este hogar de expósitos hasta que cumplían siete años. A partir de esa edad eran trasladados a la Casa de la Misericordia (hoy Centro Cívico). Allí estaban hasta los 18 años aprendiendo un oficio. La Diputación asumía el mantenimiento de ambos centros.La Casa Cuna dejó las instalaciones de la calle Parras en 1950 -debido al deterioro del inmueble- y se mudó a un edificio erigido en la Huerta de Godino (junto al solar donde luego se hizo el Hospital Materno Infantil) en unos terrenos comprados por la Diputación por un millón de pesetas que, además, destinó 6.128.666 pesetas a levantar la nueva Casa Cuna (hoy es el Centro Básico de Acogida).
Mientras que la Diputación fue la benefactora de la Casa Cuna, el Ayuntamiento mantuvo la Gota de Leche junto con aportaciones de algunos donativos particulares. Las encargadas de llevar ambos centros benéficos fueron monjas. En 1927, según se recoge en un artículo publicado por "Vida Gráfica", la Gota de Leche, ubicada en la calle Ollerías, tenía 24 cunas; sesenta niños recibían diariamente alimentación y cuidados.
Las peticiones para entrar en el centro eran muy elevadas, pero solo una parte podían atenderse, ya que los fondos municipales no daban para más. Los menores pertenecían a familias pobres de Málaga que carecían de medios para darles de comer. Cada jornada se entregaban sesenta subsidios de leche condensada y otros tantos de leche de vaca pasteurizada.
Ángel Ramírez en Facebook