Interiormente se acusan pilastras simétricamente dispuestas con respecto a los ángulos, que arquitectónicamente reciben vigas en el techo y que al quedar resaltadas forman cuatro casetones cuadrados; otros cuatro rectangulares adosados y un cuadrado central, todo rodeado de finas y simples molduras.
En 1725 se inaugura la Capilla, bajo la advocación de la Purísima Concepción y fue dedicada "para decir misa a la gente del mar" con dotación de la Real Hacienda. Primitivamente y dado el espíritu tan profundamente religioso del gremio del mar, en 1531, se construyó un altar en Puerta del Mar donde se colocó una imagen de la Virgen y que se llamó Nuestra Señora del Mar.
Este Oratorio fue acogido por los frailes Mínimos de San Francisco de Paula, pero fue derribado en los asedios que sufrió la ciudad por las armadas de Flandes. En 1593 se labró otra Capilla, la de Nuestra Señora del Puerto Salvo que fue mejorada en 1649 y en la que se decía misa todos los sábados, emplazada en el Muelle Viejo, al comienzo del actual Paseo de la Farola.
Como en 1719 prosiguió la Fábrica del Puerto hasta el sitio actual de la Farola, se construyó en su mediación un pequeño castillo llamado de San Felipe, con foso y puente levadizo y dotado de trece cañones.
Delante de este fuerte, derribado para construir la Comandancia de Marina, se edificó una pequeña Ermita que es a la que nos referimos y que ha sido trasladada a su nuevo y definitivo emplazamiento.
Enrique Atencia Molina, Jábega nº 11, 1975