Es una de las pocas mansiones antiguas que se conservan en calle Granada.
El edificio fue mandado construir en 1789 por Félix Solacio, asentista de la Fábrica de Naipes de Macharaviaya, aunque con posterioridad pasó a ser propiedad de la familia Gálvez.
La fachada se constituyó en la obra cumbre de la arquitectura doméstica de su época y de otras muchas, que tomaron de ella el diseño de vanos, cierres y decoraciones de hierro forjado, portadas, áticos, etc. Consta de tres pisos. La portada es de piedra y está dotada de elementos como pilastras cajeadas, modillones y entablamento, muy movido con friso de guirnaldas y florones.
Encima se coloca un ático con el escudo de armas de los Gálvez en el centro. Tras la portada se puede observar el zaguán, al fondo del cual surge la escalera, que cuenta también con una bella portada de mármol, que disminuye de volumen hacia arriba. Esta está compuesta por dos columnas toscanas, sobre las que van dos jarrones, a partir de los cuales el entablamento se remete, conformando frontones curvos y rotos en varios gradientes y finalizando en un ático curvo, del que sobresalen hojas de palma.