Fuente de la alcubilla



Av. Dr. Gálvez Ginachero
Anónimo
S. XX

A principios del siglo XVII se construyó una conducción para traer a la ciudad el agua de los manantiales del Arroyo de la Culebra y del Almendral del Rey. En la zona conocida como Huerta Perdida, cerca de la ermita de Martiricos (donde, según la tradición, fueron martirizados los jóvenes Ciriaco y Paula en época romana), se edificó un arca o alcubilla con objeto de poder medir el caudal de agua que llegaba, antes de que la cañería atravesara el río Guadalmedina por debajo de su cauce.

En 1690, siendo gobernador político y militar de Málaga don Francisco Miguel de Pueyo, fue reconstruida esta conducción, según consta en una placa de piedra que existe en el torreón que cubre la citada arca. Esta pequeña torre fue levantada entonces, junto con otra gemela ya desaparecida situada al otro lado del río, en la zona del Molinillo. Su autor pudo ser Bartolomé Pérez, director de la obra de la cañería.

En la actualidad, la torre está exenta y rodeada de unos jardines al comienzo de la avenida del Doctor Gálvez Ginachero. Es de planta cuadrada, con dos cuerpos y cubierta a cuatro aguas. En uno de sus lados existe una fuente adosada al muro, de piedra blanca, con un pilón de robusto perfil, rematado por otro cuerpo más pequeño que culmina en tres pináculos. Entre el pilón y el remate brota el surtidor en forma de gran venera. Esta artística fuente sustituyó, a mediados del siglo XX, al sencillo abrevadero que se encontraba bajo la lápida colocada en 1690.